Ciencia y política en los EEUU en Nature

De Luis Santamaría:

No suelo escribir contando los posts que vamos subiendo al Facebook de la AACTE, pero creo que estos son especiales. Incluyen vínculos a tres artículos que ha incluido Nature, y que analizan varios aspectos de la interacción entre ciencia y politica en EEUU con motivo de las elecciones americanas. Seria estupendo debatirlos aquí.
Para facilitaros el acceso, reproduzco debajo los textos y los vínculos,  aunque también podéis acceder a todos en: http://www.facebook.com/pages/AACTE/184037427064

El último número de Nature incluye un especial sobre las elecciones americanas, con varios artículos muy interesantes. Este analiza si Obama ha cumplido sus promesas de revitalizar (y despolitizar) el papel de la ciencia en EEUU. (¿Para cuándo algo así en España?).
“The truth is that promoting science isn’t just about providing resources — it’s about protecting free and open inquiry,” Obama proclaimed as he made the initial       
appointments. “It’s about listening to what our scientists have to say, even when it’s inconvenient — especially when it’s inconvenient.”   
 
«The president has not fulfilled some of his top science-related promises, such as passing climate legislation to reduce the nation’s emissions of greenhouse gases.But as Obama and his science team round out their first term in office and make a bid for a second, they can point to substantial achievements, some of them little noticed. Even in fiscally tight times, Obama has invested heavily in science education and research…»
…que muestran una actitud hacia la actividad científica (en sentido amplio) que brilla por su ausencia en los gobiernos de España,  y la falsedad del repetido slogan de que los actuales recortes son la única respuesta posible a la crisis.

El link al artículo completo es éste: http://www.nature.com/news/us-science-the-obama-experiment-1.11481

Este otro artículo es aún mejor. Esté uno o no de acuerdo con sus afirmaciones, tiene párrafos memorables, empezando por el segundo:

«Scientists, engineers and technologists are not necessarily smarter or wiser than others, but we have many habitua l practices of mind that would be valuable in the sluggish legislative process. ‘Scientific thinkers’ — and to be clear, not all such thinkers are professional scientists — have a deep appreciation for  evidence. They have a realistic understanding of technology’s promises and pitfalls. They work comfortably with estimates and data. They use statistical reasoning.They are more alert to the mental tricks that they, like all humans, play on themselves. Most importantly, they understand that the path towards good solutions is paved with uncertainty, trial and error; that conclusions should be tentative; and that alternative views should be entertained.»

Siguen varios ejemplos excelentes. No os perdáis la controversia sobre el voto electrónico, o las concernientes a los procedimientos de seguridad o la interpretación de las estadísticas. Entre ellas, destaco sin embargo la siguiente:
«scientific thinkers are also more alert to the cognitive biases that can lead to irrational decisions. For example, politicians (like everyone else) are often guilty of ‘short-term-ism’: the desire to enjoy rewards now rather than invest them for later… Scientists are generally comfortable thinking about processes on different timescales… Scientific thinking can thus build strong arguments for investment in roads, bridges, trains and laboratories that will not produce profits tomorrow but will pay off powerfully in the decades to come.»
Le hace a uno pensar si es casualidad que un país acostumbrado a contar con doctoras en física entre sus presidentes sea capaz de salir de las crisis fortaleciendo su industria y su econonomía, en lugar de desarbolándola como el nuestro.

El enlace al artículo completo es éste: http://www.nature.com/nature/journal/v489/n7417/full/489493a.html?WT.ec_id=NATURE-20120927

Y esta otra ilustra muy bien la división de poderes y como la labor paciente y continuada de los científicos puede desencadenar cambios en «sus» políticos locales y, a través de llos, en las decisiones del congreso y el gobierno.
En España, la disciplina de partido dificulta algo esta labor. Pero no hay que subestimar la falta de información fiable que reciben nuestros parlamentarios. Desde luego, la vía descrita en este artículo es una vía a intentar: http://www.nature.com/nature/journal/v489/n7417/full/489494a.html?WT.ec_id=NATURE-20120927

Posted in Política científica


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