Crónica del desayuno informativo con la CRUE, martes 5 de Febrero del 2013
El martes pasado acudí como sustituto nuestro presidente (de la AACTE) Luis
Santamaría a un desayuno informativo organizado por la agencia de noticias
Europa Press y la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas
(CRUE) en el Hotel Intercontinental de Madrid. (Pueden ustedes oír la
grabación íntegra del acto pinchando aquí y descargando el fichero, para
formarse su propia opinión, que puede diferir notablemente de la mía, que es
la que sigue.)
El magnífico salón, iluminado por unas preciosas e inmensas lámparas de
cristal, contaba con unas 10 mesas a las que se sentaban entre ocho y diez
invitados. En la mesa que nos asignaron se sentaban lo que parecían ser
representantes políticos que no supe reconocer (excepto al receptor del
«tamayazo», Don Rafael Simancas) y que me miraban con cierto desdén por no llevar corbata, algunos rectores de universidad (a mi derecha el de la de Alcalá, de
interesante conversación) y, en sustitución de mi presidente (del CSIC, esta
vez), Doña Cristina de la Calle, de la Delegación del CSIC en la Comunidad
Autónoma de Madrid, que se sentaba a mi izquierda y a través de la cuál me
enteré de la existencia de tal delegación y de que los investigadores podemos
acudir a ella en vez de hacerlo a la organización central. Un descubrimiento
al que siguió un interesante y muy agradable intercambio de impresiones.
En una mesa enfrente de la tribuna reconocí al anterior Presidente de la CRUE,
ex-Rector de la Universidad Autónoma de Madrid y (afortunadamente) ex-Ministro
de Educación Don Ángel Gabilondo. Seguramente había (además de muchos
rectores, que eran quienes organizaban el acto) mucha gente importante (a
algunos les seguían las cámaras y micrófonos muy de cerca) pero no reconocí a
ninguno de ellos.
El acto, presentado por la Presidente de la CRUE, Doña Adelaida de la
Calle, Rectora de la Universidad de Málaga, consistía en una serie de
intervenciones a cargo de Don Federico Mayor Zaragoza (ex-muchas cosas entre
las que se incluye Presidente de la UNESCO, Rector de Universidades y Ministro
de Educación y Ciencia), Don Joaquín Leguina (ex-Presidente de la Comunidad
Autónoma de Madrid y ex-catedrático de universidad) y Don Matías Rodríguez
Inciarte (banquero (del Banco de Santander) y Presidente del Consejo Social de
la Universidad Carlos III de Madrid). En el transcurso de estas intervenciones
se podían proponer por escrito preguntas dirigidas a un ponente concreto que,
tras ser filtradas por los periodistas de Europa Press, serían formuladas al
final del turno de intervenciones, con la posibilidad de debate entre los
ponentes.
Todos los ponentes han tenido o tienen una participación importante en la
universidad española, pero ésta, en su estado presente, estaba claramente
representada por Doña Adelaida, que defendió ese estado (el status quo) con
retóricas concesiones a la posibilidad de hacer algunas mejoras (sobre todo,
qué sorpresa, en la financiación). Don Matías Rodríguez debía de aportar el
punto de vista del mundo de la economía sobre la Universidad, pero su
participación en el Comité de Expertos para la Reforma de la Universidad, daba
a sus palabras (bastante discretas; no soltó prenda) un interés especial. Mi
impresión es que los rectores están poniéndose en guardia frente al informe
cuya aparición viene anunciándose ya desde hace varias semanas y que temen
pueda proponer cambios radicales en, justamente, la elección de rectores, la
selección de profesorado (ojalá).
Tras la presentación de un periodista, la intervención inicial de la
Presidente de la CRUE consistió en un aburrido recorrido turístico por todos
los lugares comunes que se suelen visitar cuando se habla de la universidad:
que si su importancia en la sociedad, que si hay que ver lo que ha mejorado,
que si no hay dinero etc. No es que esté en desacuerdo con todo, sino que no
dijo nada nuevo. Siento decir que no me decepcionó: no esperaba nada mejor de
la CRUE, y eso que a ratos su intervención fue, a mi juicio, penosa. Su
intervención inicial anunciaba intervenciones posteriores muy ilustrativas del
pensamiento de los rectores, como en la respuesta a la pregunta que hice en
nombre de la AACTE, que fue seleccionada y que pueden ustedes oír saltando al
instante 1:22:30 de la grabación.
Don Joaquín Leguina comenzó su breve intervención recitando una serie de
puntos a favor de nuestra universidad y nuestra investigación para luego
comentar la mala imagen que, a pesar de esto, tiene. Apuntó, entre otras
razones a la falta casi total de movilidad y a la endogamia (un problema del
que nade quiere hablar) y acabó cuestionando el sistema de gobierno y de
elección de rector.
Don Matías Rodríguez valoró como muy positiva la influencia de la universidad
española en la sociedad, aunque es necesario hacer crítica. Entre los
problemas detectados en su diagnóstico mencionó la dependencia en un 80\% de
la financiación pública, que dijo que había que disminuir. (Si esto es
excesivo, ¿qué pensar del 95% que se da en el caso de los partidos políticos
que acabamos de descubrir? ¿Por qué, viniendo el dinero del erario público,
los salarios de los cargos de estos partidos son mucho más altos que los de
los profesores universitarios y esto no causa escándalo? Claro que lo que a
todos nos preocupa estos días es justamente el otro 5% (o lo que sea, porque
100-95 no tienen por qué ser 5) de esa financiación…) También dijo que tenía
que haber más becas (en España se dedica el 0,11% del PIB frente el 0,25 que
se dedica en la OCDE), que hay que reforzar el papel y la autonomía de los
rectores, que hay que adecuar la oferta a a demanda (de titulados por el
mercado, se entiende, diciendo que el exceso de oferta produce subempleo de
éstos, aunque esto recuerda la vieja técnica de mantener los privilegios
sociales y salariales de ciertas profesiones a base de suspender a muchos
estudiantes), que hay que aumentar la remuneración de los profesores (¡Olé por
este tío! ¿Pondrá el dinero para subir los salarios de los profesores sin subir
la aportación del estado en Banco de Santander?) y valorar más la
investigación.
Don Federico Mayor Zaragoza alabó el papel de la CRUE como conjunto de
científicos, de expertos en la Universidad, aunque no se les usa
debidamente. Entre un interesante anecdotario mencionó como logro importante
el que se haya facilitado el acceso a la universidad a un sector mucho más
amplio de la sociedad, para lo cual ha sido importante crear más
universidades, en zonas de las que las tradicionales quedaban lejos. También
mencionó el incremento de la relación entre investigación y enseñanza
(institutos mixtos, parques tecnológicos). Dos ideas importantes:
- La educación es ser libre y responsable )no sólo acumular conocimientos
- El cambio en la política universitaria no puede estar basado solamente en una mayoría parlamentaria.
Doña Adelaida de la Calle intervino tras esta primera ronda para replicar a
los otros ponentes. De acuerdo con Doña Adelaida, la Universidad Española no
está tan mal como dicen. A saber:
- No hay tantos campus (depende de cómo se cuenten) (¿debería de decir
«campuses» o debería de decir «campi»?) - El 80% de los profesores universitarios investiga (tienen «sexenios vivos», lo que se traduce, si no lo entiendo mal, en que hace menos de 6 años que pasaron una evaluación que reconocía que en los 6 años anteriores hicieron un mínimo de investigación que, según en qué áreas, puede ser muy mínimo, como publicar 5 artículos en esos 6 años). (Es decir, por si no se entendía en el paréntesis anterior: 5 artículos en 11 años). (¿Y qué hace el otro 20%, que, por cierto, cobra prácticamente lo mismo y da las mismas clases?)
- No hay endogamia, sino un gran desconocimiento de este tema. (Dime de qué te defiendes y te diré de qué pie cojeas). Las plazas se dan siempre por concurso (no se dice cuánta gente se presenta) y la carrera empieza siempre por ser becario. (Aquí vino una serie de explicaciones no pedidas bastante confusas sobre el camino que lleva de la beca de doctorado a la cátedra).
- La universidad rinde cuentas económicas.
- Los cuadros directivos de este país y de sus instituciones se han formado en la universidad española (broma fácil y quizá algo injusta, pero que no puedo evitar que me venga a la mente: ahora me explico lo que nos está pasando).
Ha habido una gran transformación en la universidad, que la ha democratizado,
garantizando la igualdad de oportunidades. Hay que valorar a la universidad
como agente de desarrollo territorial. Importante: hay que hacer cambios, pero
hay que considerar el informe de la Comisión de Expertos como uno más, sin
más. (El miedo se podía oler)
No hay que fijarse tanto en el modelo anglosajón de universidad, sino buscar
nuestro propio modelo, que puede ser mejor para nosotros. (Esto me recuerda
mucho al argumento que se daba en otras épocas sobre la democracia: no
teníamos que fijarnos en el modelo anglosajón, sino contentarnos con el
nuestro, la llamada «democracia orgánica». Quizá debamos de contentarnos con
una «universidad orgánica»). La universidad de élite se ha convertido en una
de acceso para todos. (Supongo que lo de «élite» se refiere a las
condiciones económicas). Sobre esto volvió a insistir más tarde.
Tras esta réplica (que incluyó una tremenda apología de la Universidad de
Málaga y una solicitud de más dinero para mejorar, que comparto), comenzaron
las preguntas. La primera la hizo el periodista-moderador del evento a Doña
Adelaida: ¿La universidad está estigmatizada? Doña Adelaida dice que sufre
ataques injustificados de los medios de comunicación. (Esto hay que oírlo:
minuto 56 aproximadamente)
Como contestación a otra pregunta Leguina afirmó que hay que aumentar la
autonomía y la responsabilidad del rector y evitar que entre la política en
los Consejos Sociales, algo compartido por Mayor en un sentido más amplio. No
hay nada más reseñable (especialmente de las intervenciones de la Presidente
de la CRUE, que emprendió otra peregrinación por otro circuito de lugares
comunes) durante un buen rato hasta que Doña Adelaida atribuyó sin enrojecer
el aumento del porcentaje de catedráticas (del 12 al 22%) a las
acreditaciones que, según ella, son una garantía de la igualdad de
oportunidades (en el aspecto sexual). Posteriormente Leguina la critica con
cierta crudeza diciendo que no somos tontos y que es evidente que hay un
factor generacional muy importante en ese incrementeo (aumento de estudiantes,
doctores, etc. años atrás).
A mi (nuestra) pregunta «¿Cómo debería seleccionarse el profesorado? ¿Qué
hacer con los profesores improductivos mientras jóvenes muy preparados no
pueden entrar en la universidad?» Leguina respondió que hacía falta más
transparencia en esa selección y Doña Adelaida dijo que ella en lo que cree es
en la igualdad de oportunidades y que no se deben de tener complejos. Puso
como ejemplo a una discípula suya de Málaga buenísima («producto mío») que
tras tres años en EEUU volvió con una beca de reincorporación y tras hacer
cola ahora es catedrática y una investigadora de primera. Y se preguntó (sin
ruborizarse): «¿Es ésto endogamia?». Y que si hay algún profesor
improductivo, que se lo demuestren. (Esta parte no hay que perdérsela para
darse cuenta de cuál es el pensamiento predominante en la CRUE). Leguina
contestó diciendo que uno de los grandes males de este país es la cooptación
en todas partes (universidad, partidos políticos etc.) Mayor recordó que no
debemos de dejar escapar el talento.
Poco después de esto, Doña Adelaida vuelve a la carga sobre la igualdad de
sexo en órganos de gobierno, cátedras, la acreditación…
Mayor volvió a decir que la política debe de controlar a la economía y no al
revés y que la economía tampoco debe de controlar a la universidad.
No quiero aburrirles más. Se tocaron brevemente otros temas como la
selectividad (de alumnado), las asignaturas de iniciación al emprendimiento,
el paro juvenil, etc.
Para acabar, todos expresaron su acuerdo sobre la importancia de aprender a
aprender.
Mi impresión global: los rectores están muy preocupados, con razón, por la coyuntura
económica y por los cambios que se anuncian. Esta preocupación es compartida
por amplios sectores de la universidad en los que se apoyan sus elecciones
(evidentemente). Las intervenciones de la Presidente de la CRUE no hacen sino
reafirmarme en mi convicción de que muchos de los cambios que ellos temen son
muy necesarios (como lo son en la política y en nuestra sociedad) pero que son
muy difíciles de realizar porque van a contar con una oposición muy grande. A
la vez, tampoco se pueden hacer los cambios contra todos y contra todo. El
informe de la Comisión de Expertos habrá que debatirlo, que explicarlo y que
madurarlo para que sea asumido por la mayor cantidad posible de agentes. Una
reforma à la Wert no valdría para nada.
Tomás Ortín Miguel
NOTA: las opiniones vertidas en este reportaje son exclusivamente las del
arriba firmante y no son necesariamente compartidas por la AACTE.
Tags: endogamia, financiación, profesorado, universidad
Posted in Becas, Endogamia, Enseñanza universitaria, Evaluación de los investigadores, Política científica, Recortes, Sexenios
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Va a ser mucho mejor cuando los rectores los elijan a dedo directamente el ministro de turno o los presidentes de cada comunidad autonoma, que es por donde va el informe, adoptar el desastre que ya estan haciendo con los consejos sociales de las universidades. No hay color, donde vas a parar, exito asegurado como en las cajas de ahorros. Si es que…
No sé muy bien quién habría de nombrarlo, pero lo que está claro es que el sistema actual no funciona. Muchos rectores están concentrados simplemente en consolidar los puestos de los que ya están en su universidad porque para eso les han elegido y eventualmente han de volver a ser uno más (hoy por ti, mañana por mi). Si su universidad puede mejorar contratando a un acreditado de fuera en vez de al acreditado de dentro, su universidad no mejorará. Si su universidad puede mejorar sustituyendo a catedráticos que no cumplen (alguno hay) por contratados, investigadores Ramón y Cajal etc. que estén realmente activos, su universidad no mejorará.
No me parece bien que los políticos controlen las universidades (aunque, con el actual sistema, algunas de las nuevas fueron entregadas directamente a políticos). Pero hay que probar algo diferente. Entiendo que desde dentro del sistema las cosas no se ven igual. Nadie es cirujano de si mismo.
Gracias Tomás. El ambiente de las intervenciones es el autobombo y la falta de autocrítica. Se ven pocas ideas novedosas o rompedoras, y ninguna referencia (real) a la excelencia y sobre cómo conseguirla. ¡Se parte de la base de que tenemos buenas Universidades!, y así no hay nada que hacer. Saludos. German